La Biblia ofrece respuestas prácticas y llenas de sentido común para enfrentar preguntas y decisiones difíciles. Muchas veces, las normas del mundo actual nos llevan a aceptar como normales ciertas prácticas comerciales que, en realidad, van en contra de los principios del Reino de Dios.
La Biblia tiene más de 2.350 versículos que tratan sobre el dinero y las posesiones, la razón por la que Dios habló tanto del dinero es porque sabía que en el mundo el mayor rival para llegar al corazón del hombre iba a ser el amor al dinero.
«Acuérdate del SEÑOR tu Dios. Él es quien te da las fuerzas para obtener riquezas, a fin de cumplir el pacto que les confirmó a tus antepasados mediante un juramento.»
Deuteronomio 8:18 NTV
Trabajar para Dios es un llamado, no una búsqueda de ganancias, satisfacción personal, o legados terrenales. Es algo mucho más profundo.
No, cuando uno sigue el consejo de Proverbios 3:28 NTV “Si puedes ayudar a tu prójimo hoy, no le digas: «Vuelve mañana y entonces te ayudaré.”
Seguro que no, porque la palabra en Santiago 5:4 “Así que ¡escuchen! Oigan las protestas de los obreros del campo a quienes estafaron con el salario. Los reclamos de quienes les cosechan sus campos han llegado a los oídos del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales.”
Por supuesto, si son haraganes Proverbios 22:29 NTV “Dime quién se esfuerza en el trabajo y te diré quién comerá como rey.” o deshonestos como dice Proverbios 14:2 TLA “La gente honrada obedece a Dios; la gente malvada lo desprecia..” o desobedientes Romanos 13:1 TLA “Solo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer a las autoridades del gobierno.”
En la biblia tenemos ejemplos claros de como actuar en situaciones específicas, es por eso que debemos conocerlos para ser empresarios del reino y honrar a Dios con nuestro trabajo
Con el estudio de Los Negocios a la Luz de la Biblia de Crown comprenderás que los principios de negocios de este mundo son contrarios a los principios de Dios. Entenderás como los negocios son instrumentos en las manos de Dios para desarrollar tus talentos proveer para los tuyos y contribuir con el avance del reino de Dios. Aprenderás a tomar sabias decisiones sabias y serás desafiado a convertirte en un líder redentor capaz de influenciar positivamente tu entorno, mientras aportas económicamente a la causa del evangelio.
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